ESCUELA DE VIDA – Humano-Naturaleza-Cultura
Un proyecto de comunidad en tiempos de cambio.
La Escuela de Vida – Humano-Naturaleza-Cultura funciona como modelo para un nuevo tipo de instituciones de enseñanza y formación, con posibilidad de cooperación “comunitaria“ estrecha con la naturaleza y su relación con las leyes de la vida.
Todos sabemos que la vida misma nos educa en todo momento…
Por eso, en los años 1990/1991, pudimos comprar un pequeño trozo de nuestra Madre Tierra (monocultivo estéril) y convertirlo en una maravillosa reserva natural, a través de una cuidadosa restauración de las antiguas edificaciones de la finca, la plantación de más de 1000 árboles, la compra fuera de ordenanza, y la re-naturalización de superficies que habían sido usadas en forma intensiva. Esto se llevó a cabo con la participación de la comunidad, en cooperación con la naturaleza, el medio ambiente y el clima (“Klimabündnisbetrieb”/ “Compañía de Alianza con el Clima”) y usando la energía solar a través de tecnologías de avanzada. Hoy por hoy, el espacio de 10 hectáreas, llamado „Hoffnungsinsel” (“Isla Esperanza”) es un proyecto que puede servir a muchas personas como ejemplo de cooperación comunitaria (Proyecto Modelo LOB, “Emblema de Estiria 2006”) y como inspiración para sus propios proyectos en beneficio de las generaciones futuras.
Estamos viviendo en una era muy importante. Se trata de la supervivencia de la humanidad. ¡Los problemas de la humanidad nunca antes fueron tan grandes! En la sociedad moderna se barrió bajo la alfombra el pensamiento compasivo y de este modo la verdad, la unidad y la integración se mudaron en competencia, codicia y comercialización y se hundieron la ilusión y el sentido de comunidad. Hoy por hoy, hemos llegado a un punto en el que el hombre, tiene que pasar de su bajo nivel de conciencia a un nivel de conciencia superior. Por supuesto, esto implica un nacimiento espiritual, que es un paso evolutivo inevitable en la Era de Acuario, con una madurez responsable de sí, y la ampliación de los horizontes de la mente.
“Comunidad” es el tema de la era de acuario y lo que las próximas generaciones necesitan con urgencia es información y educación; fortalecer los modelos de coraje y confianza y ser modelos y ejemplos de modos de vida sostenibles (a todo nivel). Nosotros vamos a poder proporcionárselos únicamente si somos ejemplo en nuestra propia vida, de relaciones humanas correctas.
En la Escuela de Vida le damos mucho valor a la formación libre del carácter, a la buena alimentación (a todo nivel), a la capacidad de observación y la percepción. De este modo, a través de nuestro trabajo diario (creatividad dinámica) aprendemos a contrarrestar los viejos hábitos. Creamos puentes en forma permanente desde el YO hacia el NOSOTROS, del egoísmo al altruismo, ya que en esto se basa todo progreso no solamente en lo que se refiere a la personalidad de cada uno, sino para la civilización y la cultura y tambien a la visión del mundo y la espiritualidad.
Los seres humanos unidos podemos lograr cosas increíbles juntos, porque el sentido y el camino de todos los seres es el desarrollo de la unidad. Cada paso que vaya en dirección de la unidad y la integración hace que sean posibles cosas que serían imposibles sin un trabajo conjunto, comunitario. ¡La integración y la unidad nos hacen verdaderamente fuertes! Aprendemos juntos las cualidades de tomar los tiempos de crisis como caminos en el proceso de maduración y a desarrollar paso a paso la habilidad de resolver conflictos.
Cuando hablamos de la conveniencia de la comunidad, de los logros y valores culturales y se nos hace consciente lo ilusorio de los mundos de fantasía, negligencia y comercialización de la cultura y la filosofía en que vivimos, llegamos una y otra vez a la conclusión de que es necesario reclamar las comunidades culturales y éticas, y que las mismas tienen que jugar un rol esencial en la vida pública.
Solamente cuando se le otorguen a la naturaleza los mismos derechos que a los hombres podremos encontrar nuevamente el equilibrio. Las fuerzas vitales, a través de la comunidad y la interacción armoniosa con las leyes naturales, podrían reducir el impacto del cambio climático y el hombre retomaría su lugar y finalmente cumpliría su destino como guardián de la tierra.
La naturaleza es el vínculo entre el cielo y la tierra y es el mejor maestro en el camino de esa verdad que llamamos amor, armonía y belleza, o unidad. El hombre y la naturaleza van de la mano, son UNO. En tanto el hombre sienta el llamado de la naturaleza, se estará acercando a su propia esencia, a la fuente de su origen que es también la fuente de formación de una nueva conciencia.
No es posible cambiar el mundo en forma arbitraria. ¡Pero debemos saber cuánto influimos en el mismo a través de nuestras pensamientos, decisiones y acciones!